Ahorrar siendo freelance puede ser complejo. Los freelance pocas veces tienen la misma estabilidad que un empleado común de una empresa. Pueden ganar incluso más que cualquier trabajador en un mes, pero ahorrar no es sencillo porque son personas comunes que sucumben ante el consumismo. Por eso, les damos ideas de cómo pueden ahorrar sin morir en el intento.

1. Registra tus entradas y salidas

Para poder ahorrar registra bien tus finanzas, en una especie de presupuesto que es vital. Registra lo que entra y sale en un bloc de notas o en un documento Excel en tu computadora, como te sea más fácil.

Toma nota de tu flujo de dinero, por pequeño que sea: gastos fijos como el alquiler y los servicios, gastos variables en alimentos o entretenimiento y los ingresos que generas por cada proyecto.

Toma consciencia de todo el dinero que mueves, qué puedes rebajar y de qué puedes prescindir. Ve actualizando poco a poco. Te darás cuenta de dónde puedes sacar el dinero para ahorrar.

2. Formaliza un presupuesto

El presupuesto es un plan financiero que asigna los ingresos personales futuros a los gastos, los ahorros y el pago de la deuda. En este documento se cuantifican los ingresos y gastos de dinero de una persona.

Para tener un buen presupuesto es fundamental tener actualizado un registro de entradas y salidas establecido previamente. Luego, divide tus gastos en categorías y destina un importe a cada una.

En el presupuesto debes apuntar el salario. Si eres un trabajador independiente, como es el caso de la mayoría de los freelance, y tus ingresos varían mensualmente, debes poner el más bajo.

También es importante anotar los ingresos extra, así como si tienes una pensión o compensación por maternidad o cualquier tipo de beca por estudios. Toma en cuenta cualquier forma de ingreso de dinero que tengas, como cualquier casa que estés rentando, ingresos que recibas del gobierno o de algún familiar.

Revisa mensualmente tus ingresos y cómo es la comparación de este mes con el anterior. En función de eso, puedes ir ajustando para ahorrar dinero. Por ese motivo, es recomendable un presupuesto mensual. Al ser freelance y tener clientes variables no puedes saber si el mes siguiente tendrás otros clientes, el mismo o lo perderás.

3. Sé racional con el dinero

Pon en orden tus finanzas. Al tener tu presupuesto a mano verás los gastos hormiga que estás teniendo y podrás ser más racional con tus gastos.

Los gastos hormiga se refieren a pequeños gastos en cosas innecesarias. Son gastos casi que inconscientes que puedes ver reflejados en un presupuesto. Por ejemplo, el café de todas las mañanas en el lugar de la esquina, el refresco que compras en la oficina o la tarifa del móvil si casi siempre usas WiFi.

Se puede comenzar a ahorrar haciendo el café en casa, tomando agua en vez de refresco o ajustando la tarifa de datos móviles con tu operadora de siempre.

Ser freelance y ahorrar no es imposible. Solo se necesita de empeño, disciplina y tomar consciencia de los gastos.