Si vas a mudarte a una vivienda nueva, alquilar un inmueble o si, lamentablemente, has perdido a algún familiar del que has heredado su propiedad, es imprescindible pasar por el trámite de dar de alta la luz o cambiar el titular.

Quizás te sientas muy perdido y no sepas ni por dónde empezar. Calma, es mucho más sencillo de lo que imaginas. Te contamos paso a paso cómo debes hacer y te ofrecemos consejos para que tomes buenas decisiones:

Si te mudas a una vivienda sin suministro

Seguro que asumes que se tratará de un lío burocrático de los gordos, pero nada de eso, lee con atención la siguiente información. A continuación te detallamos los documentos y trámites que necesitarás:

Código CUPS

Se trata del Código Universal del Punto de Suministro que sirve para que la red eléctrica identifique a cada casa y te lo solicitará la proveedora que elijas para hacer el contrato del suministro.

Este código identifica el punto de suministro para poder tramitar el alta de la luz, modificar potencia, activar la tarifa que escojas, etc. y únicamente lo puede asignar la distribuidora de tu zona al dar de alta la luz por primera vez.

Este código se compone de dos letras iniciales que indican el código del país (en el caso de España, por ejemplo, “ES” y 20 o 22 dígitos. Los cuatro primeros corresponden a la distribuidora. Aquí te dejamos una tabla con los códigos de las principales distribuidoras de luz.

Para obtenerlo puedes consultar facturas de luz anteriores (ya que figurará en todas ellas) o llamar a la distribuidora, la cual te solicitará el nombre completo y DNI del último titular, dirección del punto de suministro y motivo de la solicitud.

CIE o Boletín eléctrico

Si la vivienda es nueva o lleva sin suministro más de 3 años, es imprescindible tener un Certificado de Instalación Eléctrica (CIE) o Boletín eléctrico. Este documento demuestra que la instalación cumple la normativa vigente y lo necesitarás para efectuar el alta, pero también para un cambio de tarifa, de potencia o de instalación eléctrica.

Tiene una caducidad de 20 años y su coste, no regulado, oscila entre los 100 y 150 euros, dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que se encuentre tu vivienda.

El CIE te lo podrá hacer un electricista autorizado por el Ministerio de Industria y si la inspección es favorable lo conseguirás en un período de 2 a 5 días.

Gastos asociados

Dar de alta la luz en una vivienda sin suministro te supondrá una serie de gastos fijos regulados, es decir, comunes para todo el mundo independientemente de cuál sea tu distribuidora o comercializadora de electricidad.

Ahora que ya sabes lo que es el CIE, te explicamos los derechos que lleva asociados ese certificado conforme tu instalación cumpla la normativa.

  • Derechos de extensión: tendrás que pagar 17,37 €/kW + IVA por cada kW de potencia que la instalación de tu vivienda tenga reconocidos. Es decir, si la vivienda tiene un Boletín de Instalación que reconoce 7 kW, deberás pagar por esos 7 kW aunque después decidas contratar otra potencia.
  • Derechos de acceso: cuestan 19,70 €/kW + IVA por cada kW de potencia que contrates para tu domicilio.
  • Derechos de enganche: pagarás 9.04 €/kW + IVA por la conexión del suministro. Este importe lo tendrás que pagar cada vez que decidas cambiar tu tarifa, un gasto que podrás evitar si eliges bien tu tarifa desde un primer momento.
  • Derechos de garantía: fianza que te devolverán al final del contrato y que fija la distribuidora. El importe es equivalente a un mes de instalación, así que dependerá de la potencia contratada.

Si sumamos todo esto, dar de alta la luz en una vivienda reconocida para 4.6 kW y que contrata esa misma potencia, por ejemplo, te supondrá un importe de 267 € (incluyendo la fianza, que rondará los 50€).

Otros datos

Por último, tendrás que ofrecer tus datos personales y los del anterior titular: nombre completo, DNI, número de teléfono, dirección del suministro, email y los datos bancarios a los que se domiciliarán los pagos a partir de ahora.

Si la vivienda ya tiene suministro: cambio de titular

Si, por ejemplo, nos mudamos a una vivienda de alquiler, la pereza por realizar este tipo de trámites consigue que aceptemos sin más la compañía y tarifas ya establecidas. Sin embargo, lo más responsable y lo mejor para tu economía es pedir un cambio de titularidad. Solo de esta manera podrás tener un control de tus gastos y buscar la mejor opción para tus hábitos. Además, es imprescindible si quieres solicitar el bono social.

Lejos de lo que puedas pensar, este trámite es gratuito, así que si alguna compañía intenta cobrarte se trata de un fraude. El cambio lo pedirá el nuevo titular, que será el responsable total de las facturas.

Es muy importante que verifiques si hay deudas o consumos pendientes, existen muchas denuncias por manipulación de contadores. Muchas compañías se aprovechan de la que la mayoría de la gente no sabe interpretar su contador, pero eso no te volverá a pasar:

A tener en cuenta antes de contratar

Ahora que ya sabes cómo dar de alta la luz en tu nueva vivienda o cómo ponerla a tu nombre, te explicamos lo que debes tener en cuenta antes de firmar tu contrato y elegir quedarte con una compañía o contratar otra.

Potencia

Lo primero que deberías preguntarte es: ¿cómo uso la energía? La potencia que contrates será el fijo mensual que vayas a pagar, es decir, la cuota por el mero acceso a la luz, y que se multiplicará por los kW consumidos.

Si aprovechas el momento de ducharte para poner una lavadora y un pollo al horno necesitarás contratar una alta potencia, pero pregúntate si es realmente necesario.

Ahora que ya has pensado en tus hábitos, te preguntarás, ¿cómo se traduce eso en kW? La potencia media contratada en España es de 4.6 kW, pero si por ejemplo tienes una vivienda de unos 50 m2, puede que 3.45 kW sean suficientes para ti.

Lo que tienes que saber es cuántos electrodomésticos tienes en casa y cuáles funcionan a la vez. A mayor número de electrodomésticos simultáneos, mayor potencia. Cada uno de tus electrodomésticos debería indicar su potencia, pero si no es así, aquí te dejamos una tabla con un promedio orientativo.

También existe un truco más casero y efectivo: enciende todos los aparatos eléctricos de tu casa a la vez. Si los plomos aguantan significa que tienes una potencia contratada que suficiente o mayor de la que necesitas, así que piensa en reducirla y ahorrar.

Como puedes observar, decidir la potencia para tu hogar es una decisión muy importante. Consejo: calcula la potencia que más se ajusta a tus necesidades antes de negociar con distribuidoras.

Tarifa

Lo segundo que deberías preguntarte es: ¿cuándo uso la energía? Es importante que sepas que no hay una tarifa mejor que otra, sino la que se adapta mejor a tus necesidades de consumo. Volvemos a aplicar una de nuestras máximas: comparar.

Existen las tarifas con discriminación horaria (DHA) con las que el precio del kWh es más caro durante el día y más barato durante la noche. Quizás piensas que es la mejor para ti porque es la que tiene todo el mundo, pero si eres enfermera y haces muchos turnos de noche, la opción más recomendable para ti puede ser contratar una tarifa fija que mantenga el mismo precio a todas horas.

¿Cuál es la compañía que más me conviene?

La mayoría de las personas no se realizan esta pregunta y simplemente pagan sus facturas de manera automática. ¿Has pensado que podrías ahorrarte mucho dinero en la luz? Pásate por comparadores como el de la OCU o Rastreator y contesta a sus cuestionario para conocer qué tipo de usuario eres y cuál es la mejor opción para tus hábitos.

Como ves, no todo es tan complicado como parece. Sigue estos pasos y ¡hazte con el control de tu gasto en luz en tu nueva casa!