¿Qué es la felicidad? Durante siglos numerosos filósofos, artistas y religiosos intentaron definirla. La RAE es un estado de ánimo o dicha por gozar de lo que se desea. Entonces ¿El dinero hace la felicidad? Seguramente, si le preguntas a alguien, va a decirte que no, pero se acerca.

En un mundo sumido en crisis económica y consumismo podemos decir que sí, el dinero da algo de felicidad y tranquilidad. Científicos demostraron que el ingreso ideal por individuo es de 95.000 dólares anuales para tener bienestar material y entre 60.000 a 75.000 el bienestar emocional.

Es decir, sí existe una cantidad ideal para hacernos sentir satisfechos. Pero, tener demasiado podría arrastrarte a la infelicidad.

El dinero es proporcional a la felicidad

O sea, sí: mientras más dinero más felicidad, pero quienes la ganaron por méritos propios son más felices que quienes la heredaron. La fortuna en mayor o menor medida y la forma en la que se obtiene es un determinante.

El dinero no solo da poder, bienes y prestigio, sino que aporta estabilidad material y emocional. Ese es el motivo por el que el dinero es tan importante para el ser humano y pudo crear guerras por poder y dominio.

Los ingresos del hogar se relacionan con el bienestar emocional y la evaluación de una persona sobre calidad de vida. De hecho, se descubrió que el aumento en los ingresos reduce la incidencia de enfermedades mentales graves.

Los factores que nos hacen felices

Pero, no es lo único. De hecho, existe una ecuación que define la felicidad.

La felicidad es igual a las emociones de nuestras acciones (E) multiplicadas por los recursos que tengamos y cuánto cueste mantener mi organismo (M), la búsqueda de conocimiento intelectual, emocional o personal (B), las relaciones interpersonales (P). Eso se divide entre lo que disminuye la felicidad (R).

Eso es no obtener conocimientos, miedos, enfermedades, estrés, envejecimiento y demás. El resultado es la felicidad y la cantidad que tengamos. Allí vemos, nuevamente, que nuestra felicidad depende de los recursos que tenemos para mantenernos.

Por lo tanto, el dinero se suma a otros factores que contribuyen o no a la felicidad.

Entre ellos hay factores que influyen directa o indirectamente en la gestión de nuestras finanzas, como la búsqueda de conocimiento. Se supone que, dependiendo del nivel de instrucción que tengas respecto a un tema te pagan más en un empleo.

Las otras emociones relacionadas con el dinero

Se trata de una relación causa – efecto. Si me das dinero voy a ser feliz, especialmente si se es pobre.

Pero el dinero no solo causa felicidad, sino estrés, miedo o incluso vergüenza. Porque, piensa en esta situación ¿Cómo te sientes cuando la tarjeta rebota? ¿Cómo te sientes cuando no puedes aportar dinero?

De modo que, el dinero es causa de felicidad solo cuando se tiene estabilidad y puede mantenerse a largo plazo. Siempre y cuando se tenga para mantener el organismo y los recursos. De no tenerse, entonces es causa de sentimientos negativos.

El dinero causa tranquilidad, de eso no hay duda. Es porque la tranquilidad viene de la mano con estar bien, teniendo lo que se necesita.