El ahorro es cómo un buen hábito: mientras lo mantienes no notas los beneficios, pero cuando lo dejas de lado tu economía personal se empieza a resentir, sobre todo en tiempos de “vacas flacas”. Porque ahorrar no se trata únicamente de guardar una cantidad de dinero cada mes. El ahorro es la base fundamental de la estabilidad económica y, por lo tanto, afecta directa e indirectamente a nuestro bienestar personal.
Por un lado, el ahorro te permite hacer frente a gastos imprevistos como un accidente, una reparación, una operación, un préstamo a un amigo o familiar, etc. Por otro lado, gracias al ahorro podemos destinar cierta cantidad de nuestro presupuesto para nuestros proyectos personales: hobbies, viajes, estética, experiencias exclusivas, emprendimiento, etc.
Además, cualquier colchón de ahorro pasivo puede convertirse en un activo gracias a la inversión. Puedes generar un dinero extra con tus ahorros para seguir aumentando tu cuenta de ahorro.
Pero, sobre todo, el ahorro permite evitar las deudas frente a imprevistos o proyectos vitales. De hecho, el endeudamiento es uno de los principales factores que pueden dañar seriamente tu salud. Por eso ahorrar se convierte en sinónimo de tranquilidad a corto, medio e incluso largo plazo. ¡Cuanto más pronto iniciemos el hábito de ahorrar, más disfrutaremos de los beneficios!
Métodos para ahorrar
“Gastar menos de lo que se ingresa” es la premisa básica del ahorro. Sin embargo, existen muchas más maneras de ahorrar dinero en tu economía familiar. A continuación te presentamos distintas técnicas de ahorro que innovan más allá del “ahora el 10% de tu sueldo”. Se trata de métodos de ahorro con una base estructurada que, además de ahorrar, te permitirán:
- Ser consciente de tus finanzas (ingresos, gastos)
- Conocer tu tipo de consumo
- Calcular tu capacidad de ahorro
- Crear un flujo de ahorro fiable y constante
Kakebo
Uno de los métodos más sencillos, pero a la vez de los más exhaustivos. De origen japonés, el método kakebo simplemente consiste en apuntar en una libreta todos los ingresos y gastos de manera minuciosa cada semana.
Al final del mes se realiza un análisis de ingresos, gastos, gastos superfluos, ahorro y obtención de objetivos. Puedes consultar cómo crear tu propio kakebo o dónde encontrar las versiones impresas en nuestro artículo sobre este método de ahorro japonés.
Regla 25-50-25
Un método de ahorro de los más sencillos.
Consiste en dividir tus ingresos en tres grandes secciones muy fáciles de recordar: 1/2 para gastos básicos, 1/4 para gastos personales y 1/4 para ahorro. Aquí puedes encontrar nuestro artículo sobre la regla 25-50-25 en más profundidad.
- 25% de tus ingresos - ahorrar & deudas. Un dinero reservado para gastos imprevistos, formación, compras importantes, inversiones, etc.
- 50% - gastos fijos necesarios (alquiler, facturas, transporte, etc.).
- 25% - gastos discrecionales. Gastos que se generan a partir del ocio o de las actividades que realizas de manera personal como comidas, viajes, cenas, compras, etc.)
Fórmula “Balanced Money”
La autora de esta fórmula de ahorro es Elísabeth Warren, una prestigiosa senadora y profesora de derecho estadounidense. Al igual que la regla de ahorro anterior, este método consiste en dividir tus ingresos en tres grandes secciones de gasto. La diferencia principal con la técnica del 25-50-25 son los porcentajes de ahorro:
- 50% - gastos básicos (alquiler, hipoteca, facturas, transporte, etc.)
- 35% - gastos personales (gimnasio, cenas, ropa, tecnología, etc.)
- 15% - ahorro & inversiones
Los seis cántaros
Al igual que las técnicas de ahorro anteriores, el método del cántaro se basa en dividir tu presupuesto mensual en distintos “cántaros”. Se trata de un método más complejo que los citados previamente, por eso te permite gestionar el dinero de manera más óptima sin centrar todos tus esfuerzos sólo en ahorrar.
- Cántaro 1 - 55% de tus ingresos. Gastos esenciales que permiten la continuidad de la vida (alquiler, facturas, comidas, gasolina, ropa, etc.)
- Cántaro 2 - 10%. Diversión, ocio, caprichos
- Cántaro 3 - 10%. Ahorro. Cualquier dinero extra que sobre a final de mes, también pasaría a este cántaro de manera automática.
- Cántaro 4 - 10%. Educación, dinero invertido en formación.
- Cántaro 5 - 10%. Reservas personales, dinero guardado para imprevistos personales, necesidades puntuales, etc. Es tu propia paga mensual.
- Cántaro 6 - 5%. Regalos, caridad, etc. Dinero que guardas para luego poder participar en donaciones, para asistir a bodas, comprar regalos para cumpleaños, participar en la cesta de Navidad, etc.
Harv Eker
Esta técnica de ahorro continúa con la dinámica del método de los seis cántaros, pero la lleva un paso más allá. Además de dividir los ingresos en seis secciones (55% para gastos esenciales; 10% para ahorrar; 10% para formación; 10% para inversiones a largo plazo; 10% para ocio; y 5% para regalos), propone crear cuentas de ahorro distintas para cada sección, para evitar la tentación de hacer traspaso de dinero de una sección a otra. Puedes conocer más acerca del background tras esta técnica de ahorro en el libro Los Secretos de la Mente Millonaria de Harv Eker (2011).
En general, te habrás dado cuenta de que todos estos métodos apuntan hacia el mismo camino: primero conoce bien tus finanzas personales; luego divide tu presupuesto de manera consciente; y mantén la disciplina.
Rutinas de ahorro para reducir gastos
Pero además de planificar tu presupuesto mensual y seguir un método específico de ahorro, también es importante incorporar rutinas de ahorro en tu vida. “El ahorro es un trabajo de hormigas” porque cada pequeño aporte es fundamental para crear un flujo de ahorro constante, pasivo y duradero. Muchas veces ahorrar no significa guardar parte de nuestros ingresos, sino de reducir nuestros gastos.
- Ahorrar en las facturas. Lo primero es reducir la cantidad de dinero que destinamos a gastos fijos como facturas de la luz, agua o gas; calefacción o aire acondicionado; teléfono e internet; compra semanal de comida; etc.
- Guardar los tickets. Al final de la semana podemos repasar los tickets de todas nuestras compras de la semana. La idea no es sumar todo lo que hemos gastado, sino identificar qué gastos han sido innecesarios. Es decir, localizar productos de los que hubiéramos podido prescindir y volvernos más conscientes sobre nuestro propio consumo.
- Comparar precios. Cualquier cantidad de dinero que ahorremos se irá juntando en nuestra cuenta de ahorros y al final se traducirá en un ahorro importante. Compra por el precio justo y, si puedes, compra en oferta, con descuentos o en promoción para obtener el mismo producto pero con ahorro añadido.
- Priorizar necesidades. Por último, una de las mejores maneras de reducir tus gastos es ser consciente de tu consumo. ¿Realmente necesitas unas nuevas zapatillas de deporte o son un capricho? ¿Estás comprando porque necesitas los artículos o porque estás estresado? ¿Necesitas renovar tu armario o estás buscando la aprobación de los demás? Si eres más consciente de tus impulsos de consumo, no sólo te ahorrarás un montón de dinero en productos que no necesitas o que no terminas usando; ¡también te lo agradecerá el planeta!
Ahora que ya te has hecho con todos nuestros tips y métodos de ahorro, ¿por cuál te decantarás?