A la hora de invertir es muy importante saber cómo maximizar mejor nuestros ahorros y para ello deberías plantearte qué tipo de interés te interesa más: interés compuesto o interés simple. En este artículo te mostramos qué diferencias hay entre ellos para que tú mismo puedas averiguar cuál es la mejor opción para ti y te ofrecemos herramientas para calcular el interés compuesto. Conocer estos detalles marcará la diferencia en tu economía personal.

El concepto interés hace referencia al dinero que pagamos al banco por el coste de un crédito o que nos paga el banco a cambio de que depositemos nuestros ahorros o inversiones. Este segundo, que se llama interés pasivo, es el que vamos a describir en dos de sus modalidades: el simple y el compuesto.

Qué es el interés simple y para qué sirve

Probablemente, si hablamos de generar intereses, son los simples los que vienen a nuestra cabeza. El interés simple es aquel que nos ofrece cada año un porcentaje de beneficios, según la tasa de interés, en base a la cantidad inicial invertida, que es siempre la misma. En consecuencia, los beneficios serán cada año de la misma cuantía.

Es decir, que si inviertes una cantidad inicial de 2000€ con una tasa de interés del 10% anual mediante la modalidad de interés simple, obtendrás 200€ anualmente. Si mantienes esta inversión durante cinco años, por ejemplo, tu capital final será de 3000€, es decir, que habrás ganado un total de 1000 €.

Qué es el interés compuesto y para qué sirve

Por su parte, la forma del interés compuesto permite, manteniendo una misma tasa de interés, reinvertir los beneficios que se deriven de la cantidad inicial, de manera que el capital invertido cada año será mayor. El rédito que obtengamos puede así aumentar de manera exponencial.

Ejemplo práctico:

Tomando de nuevo una cantidad de 2000€, si decides invertirla mediante la modalidad del interés compuesto a una tasa de interés del 10%, tras el primer año obtendrás 200€, los cuales, como hemos dicho, se sumarán a la cantidad inicial (2000€) para ser reinvertidos. De esta manera, la cantidad irá creciendo mientras dure la inversión (en el segundo año el capital final ascenderá a 2420€, en el tercero a 2.662€, en el cuarto a 2.928,20€ y así sucesivamente).

El interés compuesto con aportaciones

Además de la reinversión de los beneficios, la modalidad de interés compuesto te permite hacer aportaciones periódicas al capital inicial, para aumentar los beneficios todavía más. Esto está pensado para que vayas alimentando tu inversión poco a poco y puedas sacar más partido a tus ahorros.

En la red, bancos como ING o BBVA, también te explican el funcionamiento de las aportaciones periódicas y sus beneficios.

Cómo calcular el interés compuesto en Excel y Spreadsheet de Google

Por suerte, existen herramientas para hacer este cálculo con Excel o SpreadSheet. Te recomendamos que, si quieres lanzarte a calcularlo tú mismo, revises los siguientes tutoriales sobre cómo calcular el interés compuesto. En este caso se centra en Excel pero puedes aplicarlo a Spreadsheet de Google.

Cómo utilizar la calculadora del interés compuesto

Si eres de los que prefiere trabajar online, puedes utilizar las calculadoras de Financer y Moneychimp, que te permitirán calcular rápida y cómodamente la cantidad que obtendrías en el plazo que tú te marques a través de cada una de las modalidades: interés simple o interés compuesto.

Como verás, la calculadora del interés simple es más sencilla ya que esta fórmula no permite añadir aportaciones, los únicos datos que necesitas son la cantidad inicial y la tasa de interés anual (TIN).

En cambio, la calculadora de interés compuesto contempla también las aportaciones mensuales o anuales que se añadan, y el período de ahorro. Esto es así porque, como hemos visto anteriormente, la rentabilidad no se mantiene cada año, si no que aumenta.

Consejo: si utilizas la calculadora de Financer, compara la rentabilidad de tu inversión en cada caso, simple y compuesto, seleccionando el modo de presentación “barra”.

Qué diferencias hay entre el interés compuesto y el simple

La diferencia más evidente y la que más debes recordar entre el interés simple y el compuesto es que, en el primero, los intereses que se generan no se suman a la cantidad inicial y en el segundo caso sí (generando más beneficios cada año), lo cual se presenta como una ventaja para el interés compuesto, sobre todo si tu intención es invertir a largo plazo.

Por otra parte, el interés compuesto permite realizar aportaciones periódicas al capital inicial, lo que hace que ¡la cantidad de dinero trabajando para ti se multiplique!

Cuál es el interés razonable en una inversión

Los bancos compiten entre sí para ganar depositantes cuyo dinero utilizan para realizar préstamos a otros usuarios. En compensación por el uso de su dinero, los bancos le pagan a los depositantes ese interés pasivo del que hablábamos. La tasa puede variar de un banco a otro y por ello, es importante que hagas tus deberes y consultes varias opciones antes de decidir cuál es el banco que te va a dar una tasa de interés mejor por tu dinero.

Qué decía Albert Einstein del interés compuesto

Además de estas diferencia principales, si hacemos caso a lo que habría dicho el célebre físico Albert Einstein, el interés compuesto sería “la fuerza más poderosa del Universo”. Aunque no podemos comprobar que Einstein se refería a ahorros e inversiones, sí sabemos que el interés compuesto permite una mayor revalorización del dinero.

Si has llegado hasta este punto, ¡es el momento de que elijas cuál es la mejor opción para ti y de que pongas tus ahorros a tu servicio!