El primer día en el empleo soñado causa especial expectación. Pero, más allá de la emoción hay ciertas cosas que debes tomar en cuenta, para evitar que reconsideren la elección que hicieron al contratarte.
Existen errores clásicos al empezar un empleo. Te decimos cuáles son para que los evites a toda costa y los nuevos empleadores queden encantados contigo.
1.- Ser impuntual o demasiado puntual
La impuntualidad genera mala impresión. Trata de no llegar tarde las primeras semanas de tu nuevo trabajo. Calcula el tiempo a tu oficina y ponle un tiempo adicional de contratiempo, como un atasco camino al sitio, retraso de metro o cualquier tipo de problema.
Tampoco llegues demasiado temprano, porque puede que ni siquiera haya alguien en la oficina. Intenta llegar 15 minutos antes de la hora o a la hora pautada.
Si llegas muy temprano por vivir lejos, puedes ir a desayunar, dar un paseo, hacer ejercicio o solo oír música en un parque cercano.
2.- Evitar preguntas e improvisar
Nadie espera que sepas de inmediato cómo hacer las cosas, ni dónde están ubicadas todas las herramientas que necesitas para tu trabajo. Debes preguntar por lo menos los primeros tres días, eso muestra iniciativa.
Además, si tardas más de un mes en saber cómo funcionan las cosas y luego preguntas, no quedarás muy bien.
3.- Hacer mejoras
Observa todos los procesos dentro de la empresa antes de emitir algún juicio. Si notaste algo que no te parezca, no lo digas en las primeras dos semanas. Es mejor ver las cosas, saber si tus colegas están trabajando en los puntos negativos de la empresa y si lo que tú tienes para decir quedará demás.
Si criticas todo desde un principio, serás irritante. Es mejor guardarse los comentarios.
4.- Mirar los horarios
Debes seguir el ejemplo de tus compañeros de trabajo sobre las horas que cumplen. Así que la primera semana no te vayas de primero, observa bien la hora a la que comienzan a irse.
Lo mismo aplica para los tiempos de descanso. No hagas demasiados descansos. Haz lo mismo que los demás y ve junto con ellos si es posible, así aprovechas de socializar un poco. Es clave que no seas el último en volver a la oficina luego del descanso, ni el primero.
5.- Ser sabelotodo
La teoría y la práctica son dos cosas distintas la mayor parte de las veces. Tus colegas no quieren oír lo que aprendieron en la universidad, quieren que apliques la práctica.
No le digas a nadie que está haciendo algo mal o incorrecto, dile que quizá sería mejor de tal forma o que tú lo haces de determinada manera. Si te comportas como un sabelotodo serás pesado y eso no es bueno para tu imagen dentro de la empresa.
Recuerda que los jefes siempre se enteran de todo o los empleados siempre conversan. Más si se trata de la persona nueva. Así que mantente bajo perfil.
¡Si es tu primer mes trata de dar la mejor de las impresiones!