La deuda de tiempo se refiere a las cosas que te comprometan a hacer algo en el futuro cercano. Puede referirse a lo que provoca procrastinación durante el trabajo y que hace perder dinero a la larga o, tener que hacer algo por segunda vez.

Por ejemplo, necesitas un medicamento para la alergia, vas a la farmacia, pides las opciones y hay uno muy caro de un laboratorio reconocido por su calidad y otro barato, de un laboratorio poco conocido. Eliges el más barato por 1200 pesos, en vez de comprar la otra que cuesta 5000 pesos.

La medicina que compraste no te hace el mismo efecto. A largo plazo debes regresar a la farmacia por la que cuesta 5000 pesos. Así habrás gastado 6200 pesos. De modo que perdiste tiempo y dinero.

Otra deuda del tiempo que no implique dinero directamente, puede ser el responder siempre las mismas preguntas. Las respuestas a las preguntas frecuentes son un instrumento por el que la empresa ahorra tiempo a sus trabajadores. Los empleados no tienen que estar perdiendo tiempo productivo respondiendo lo mismo una y otra vez.

¿Cómo salir de la deuda del tiempo?

1.- Priorizar

Debes clasificar tu trabajo entre lo urgente y lo importante. No perder tanto tiempo revisando correos y redes sociales.

Un método para clasificar es sencillo. Haz un cuadro con las cosas urgentes en un lado y lo más importante de otro, además del tiempo que estimas podría llevarte cada tarea. Así podrás ver con mayor claridad por dónde comenzar.

2.- Delegar tareas

En la actualidad hay programas y apps que simplifican tu vida con tareas tediosas. Por ejemplo, programas para sacar bases de datos.

3.- Decir que no

Agenda lo que tienes pendiente. Cuando te pidan algo, fíjate en la agenda y las responsabilidades o compromisos que tienes. Así que, a veces es bueno decir que no antes de aceptar algo. De lo contrario, te abarrotarás de pendientes y cosas por hacer. Nunca digas que sí por obligación, porque eso solo traerá excesos.

Claro, siempre puedes preguntar qué tan importante es esa tarea y compararla con las otras. Si debes sacar una, informa a tu jefe y que se arregle la deuda del tiempo.

4.- Toma conciencia

Hazte una lista específica del tiempo que tienes cada día y para cada tarea. Cuando hagas el ejercicio, te darás cuenta de cuánto tiempo tienes disponible para otras cosas, como amigos y familia. Se trata de presupuestar tu tiempo.

De esta forma también entenderás en qué inviertes tu tiempo, dónde lo desperdicias y comprenderás las maneras que tienes de ahorrarlo.

Cuando todo te caiga encima, te sientas abarrotado y no puedas más, siempre debes hacer una sola cosa: priorízate. Ponte primero a ti mismo, desecha la agenda y recarga energías. Descansar siempre es la manera de poner todo en orden e iniciar de cero.

La deuda del tiempo no es otra cosa que la validación de: los errores cuestan tiempo y dinero.